Sin candado

Quiereme, quiereme libre, tal como yo soy, con mis defectos y mis virtudes, con mi fortaleza y mis días grises, quiereme lento, rápido y con pasión, no tengo necesidad de unos candados, no tengo necesidad de promesas ni juramentos, ni mucho menos aquellos pactos; no soy quién para destrozar aquel corazón que estás por entregarme, no soy nadie para poner etiquetas a lo que estamos viviendo pero quiéreme como soy, quiereme libre, quiereme sin medida.
Estoy aquí escribiendo estás líneas que quizás ni leas pero estarás en cada una de estás palabras a partir de ahora, cada vez que lo lea, cada vez que lo recuerde, cada vez que dudes.
Quiereme como soy, de todos los colores, de todas las maneras y de todos los modos que puedas, que tengo paciencia para encontrar cada detalle que te haga sentir especial, que te haga sentir bella, que te haga sentir segura, no tengo prisa por desnudarte, no tengo prisa de encontrar cada lunar que escondes debajo de la ropa porque eres arte, eres ese papel de muchas texturas que quiero tocar, apreciar y colorear.
Quiereme como te escribo, quiereme como sólo tú sabes, de esa forma eloquente y radical pero tan real, que es como una bocanada de aire fresco en este encierro. Quiereme sin que te lo pida, sin que me lo pidas, quiéreme de a poco o a mucho, quiéreme como tú bien sabes.
No me detengas, no detengas cada verso que te redacto, no detengas a este ser que te escribe mientras duermes, mientras haces otra cosa que no estar a mi lado, cariño, porque si me pones candado, al menos dame la llave para cuando quiera salir, cuando quiera, porque estar encerrado es como un libro cerrado, nadie lo lee, nadie lo entiende, nadie lo comprende, amor, es lo que no quiero. Quiereme de una forma tan linda que los demás no lo crean, quiéreme así, SIN CANDADO.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Eres la vida que me falta.

Confesión